Paulo Portas se convirtió el domingo en el sorpresivo protagonista de las elecciones legislativas portuguesas. Con un mensaje populista, dirigido a las poblaciones rurales, a los pequeños y medianos empresarios y a la juventud descontenta, este periodista de 47 años advirtió durante la campaña que su partido, el CDS-PP, daría la campanada. Nadie lo tuvo verdaderamente en consideración y finalmente creció en casi doscientos mil votos y nueve escaños. Podría formar Gobierno con el PS, como hizo Mota Pinto en el 83 con el socialista Mario Soares, pero la caída sufrida después todavía duele en el CDS. Por eso, el destino del partido que ha rozado el racismo en sus mensajes, que frenó en seco a la extrema izquierda captando a los jóvenes urbanos y que aprovechó la crisis para cuestionar al Gobierno y al principal partido de la oposición, parece trazado para rentabilizar al máximo su nueva condición de tercera fuerza parlamentaria.
El sorpresivo CDS no parece animado a repetir la coalición que en el 83 apoyó a Mario Soares
El final del 'socratismo absoluto'
José Sócrates y el Partido Socialista ganaron el domingo las legislativas de Portugal. Eso dijo el escrutinio. Pero ese triunfo condena otra vez al primer ministro a un Gobierno en minoría, similar al de su amigo José Luis Rodríguez Zapatero. Su segundo mandato contará, por tanto, con un reducido margen de maniobra para continuar con el programa «de reformas, modernización y justicia social» llevado a cabo los cuatro años anteriores y en el que confiaba para conseguir que el país vecino supere la fuerte recesión.
La noche electoral la cerró con la reivindicación de «una victoria sin ambigüedades». Eran momentos de euforia, de relajación tras una larga campaña. El amanecer de ayer fue distinto. Un choque con la realidad. Los socialistas han perdido la mayoría absoluta y, por ello, dependerán de su capacidad de convencer a la oposición para poder hacer fructificar sus planes.
El jefe del Ejecutivo de Lisboa lo tiene complicado. Tanto desde la izquierda como desde la derecha, se descartó durante la lucha electoral cualquier opción de pacto de gobierno o alianza parlamentaria. Además, los grupos fortalecidos por las urnas -la derecha populista del Centro Democrático Social (CDS) y el Bloque de Izquierda (BI)- reivindican una mayor intervención en las decisiones futuras.
Paulo Portas, líder del CDS, ya reclama una reducción de impuestos y apuesta por cargas sociales mínimas. El trotskista Francisco Lauça, del BI, exigirá la estatalización de una parte de los servicios bancarios y energéticos, además de que «el sistema social responda realmente al desempleo». Ambos programas parecen hacer imposible el entendimiento.
Si Sócrates se acerca a los conservadores perderá al ala izquierda de su propio partido. Y si se deriva hacia este sector cerrará las puertas al centro-derecha. «Es el final del 'socratismo absoluto'», titulaba ayer el rotativo de Lisboa 'Diario do Noticias', que hacía hincapié en que los socialistas cosecharon nueve puntos menos que en los comicios anteriores. La cita con las urnas se convirtió en un referéndum para el primer ministro. El socialismo ha ganado. El 'socratismo', no. Al menos en cuanto a una forma de gobernar que no acabó de seducir ni a propios ni a extraños. Únicamente al aparato.
Responsabilidad
«Esta legislatura precisa de estabilidad debido a la difícil situación que atraviesa nuestro país y por ello pido la responsabilidad de todos los partidos», exclamó desde la sede socialista una vez confirmado el triunfo. Se olvidó de lo dicho en fechas precedentes y dijo que no hay que cerrar la puerta a ningún pacto. Tendrá que formar Gobierno antes del día 27.
No parece tener prisa. Además no le conviene desvelar sus cartas de inmediato porque el día 11 se vuelve a ver las caras con sus rivales en las elecciones municipales. Escorarse hacia una u otra banda le llevará a perder votos. Por ello, es mejor silenciar sus intenciones mientras la maquinaria electoral vuelve a volcarse en la preparación de carteles, mítines y desfiles.
La gobernabilidad de la nación sufrió el domingo un duro revés, como también el propio Sócrates y la derecha tradicional del Partido Socialdemócrata (PSD) de Manuela Ferreira Leite, la gran derrotada. Los daños colaterales incluso alcanzan al presidente, Aníbal Cavaco Silva, que rompió algún precepto constitucional al mojarse por el PSD durante la campaña.
Las matemáticas no dan lugar a las dudas. Sócrates cuenta con 96 de los 230 escaños de
CDS-PP subraya el aumento de votos y la pérdida de la mayoría absoluta del PS
El líder parlamentario del conservador CDS-PP, Pedro Mota Soares, subrayó que en las elecciones legislativas de Portugal celebradas hoy su formación ha conseguido dos objetivos: "subir" y que el Partido Socialista "pierda la mayoría absoluta".
Mota Soares, que hizo estas declaraciones tras conocerse los primeros resultados que colocan a su partido como la tercera fuerza política, con un 10,5 por ciento de votos, afirmó que los datos divulgados hasta ahora "hacen prever que va a ser una noche larga".
Destacó que, según las cifras de las primeras 1.485 juntas de distrito escrutadas, "el Partido Socialista pierde el siete por ciento, el Partido Social Demócrata (centro-derecha) desciende un 1%, el CDS-PP gana el 3,4 por ciento, el Bloque de Izquierda el 3,5% y la coalición CDU (comunistas y Verdes) sube el 0,5%".
"Tendremos que contar todos los votos hasta el final pero considero que el CDS-PP puede estar muy cerca de un resultado histórico, sobre todo en los centros urbanos que es donde más está subiendo", declaró.
En los últimos comicios legislativos de 2005, el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP) obtuvo el 7,4 por ciento de los votos -un total de 12 diputados- y fue la cuarta fuerza política del país.
El presidente de Portugal veta una ley que abría la puerta al 'matrimonio gay'
El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, no descansó durante el mes de agosto, ya que promulgó 113 leyes aprobadas por
Cavaco Silva advirtió contra el “riesgo de que una tendencia a equiparar dos realidades distintas se transforme finalmente en la creación de dos tipos de matrimonio”, o que transforme las uniones de hecho en un “matrimonio de segunda clase”.
La ley de parejas de hecho fue aprobada el pasado mes de julio por el Partido Socialista —que tiene mayoría absoluta— con el respaldo del Bloque de Izquierda y Los Verdes. En contra de la ley votaron los democristianos del Partido Social Demócrata, principal fuerza opositora, y los conservadores del CDS-PP.
El veto de Cavaco Silva obliga al Parlamento a discutir la modificación de la ley y a someterla de nuevo a la sanción presidencial. Los socialistas han lamentado el veto pues, a su juicio, la nueva ley no pretendía equiparar las uniones homosexuales al matrimonio. Sólo querían encontrar un marco normativo de mayor protección jurídica para las uniones de hecho (heterosexuales o no).
Ambigüedad socialista
Lo cierto es que la postura del Partido Socialista en este tema está siendo bastante ambigua. El pasado octubre, los socialistas (PS) rechazaron en el Parlamento dos proyectos de ley que permitían casarse a las personas del mismo sexo. Uno de los proyectos, presentado por el Bloque de Izquierda, equiparaba en todo a las uniones de hecho con el matrimonio, mientras que el proyecto promovido por Los Verdes excluía la adopción.
A los socialistas no les importó entonces coincidir con los conservadores para tumbar sendos proyectos. Ahora, sin embargo, han cambiado de parecer: se presentan a las próximas elecciones generales, previstas para el 27 de septiembre, con la promesa de legalizar el matrimonio entre homosexuales. Cavaco considera "inoportuno" aprobar ahora una ley sobre la cual debe discutirse en la próxima legislatura.
La aprobación del matrimonio gay en Portugal no va a ser fácil. El 31 de julio, el Tribunal Constitucional apoyó (por 3 votos a favor y 2 en contra) la ley que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La decisión del Tribunal Constitucional tuvo lugar después de que el responsable de un registro civil de Lisboa rechazara en 2006 la solicitud de matrimonio de una pareja de lesbianas. Las mujeres acudieron a un tribunal de Lisboa, alegando que
El líder del CDS-PP promete un aumento de las pensiones más bajas de Portugal
El líder demócrata-cristiano, Paulo Portas, declaró ayer que “el aumento de las pensiones mínimas, social y rural es el primer compromiso del programa electoral del CDS-PP en materia social”. “En el programa –que se presentará mañana– explicaremos dónde y cómo cimentaremos la mayoría de las pensiones. Ése es nuestro primer compromiso en un país donde hay un millón de ancianos que tiene 245 euros o menos para vivir todos los meses”, afirmó Portas.
El líder del CDS-PP afirmó que en las próximas elecciones espera un resultado que “dé fuerza” a su partido para que en la próxima legislatura pueda haber un mayor aumento de las pensiones, considerando que es en la población mayor donde se encuentra el mayor índice de pobreza. Una segunda prioridad del partido de Portas es apoyar a las Instituciones Particulares de Solidariedad Social (IPSS), “donde ya trabajan 200.000 portugueses” que deben asumir la primacía en la prestación de servicios a los más mayores. “El Estado debe delegar en estas instituciones. Si un día las IPSS desapareciesen, me gustaría saber qué respuesta tendrán los socialistas y los izquierdistas, a los problemas de estas personas”, declaró Portas. El líder demócrata-cristiano quiso también recalcar una última prioridad, “apoyar a los nuevos pobres que se quedaron sin trabajo”.
DEBATES TELEVISADOS
Los debates televisivos entre los partidos candidatos comenzarán el próximo miércoles 2 de septiembre con un frente a frente de una duración de 45 minutos entre José Socratés del Partido Socialista (PS) y Paulo Portas (CDS-PP). El 11 de septiembre se celebrará un segundo debate que enfrentará al líder socialista José Socrates con la líder del PSD, Manuela Ferreira Leite.